jueves, enero 05, 2006

Una canción, una imagen.


Hay veces que el escuchar una canción me trae muchos recuerdos de diferentes tipos y entre ellos recuerdos de películas, de una escena y cada vez que la oigo no puedo evitar pensar en ella. La última vez que me pasó fue con la canción "Wonderful world" de Sam Cooke que rápidamente me traslada al granero donde Harrison Ford está arreglando su coche y esta canción suena en la radio, lo que le da pie a bailar con Kelly McGillis. De esta canción existe una versión en castellano de "Gatos locos". La película: "Único testigo".

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